Fricción ...

Advertirás …
que soy algo más que la evasión del frío en tus manos,
y que sí, que me encanta ser un deseo mancillado,

lo que en ti encaja lento y dejado,
como una rozadura de simbiosis exótica
y en una verdad que sabe ser hiriente
lo que en verdad deseas olvidar,

me encanta ser la fricción de tus necesidades
la fuerza que necesitas ignorar…
la pausa que desean tus alientos
el empuje que añoran tus gemidos,

quizá el temblor que todavía se produce,

y sólo soy una fracción del miedo sin causa...
ese que abriga
la más descabellada búsqueda de la tarde,

y me densifico...
tenso de recordar una desnudez
que se convirtió en mi pulso más sublime,

quizá las yemas de los dedos,
y por supuesto también el meñique,
deseen renunciar a la inquietud y a la ansiedad,
y me cabe soñar que aún puedo respirar hondo,
mientras el perfume de tu cuello me es accesible,

los dos nos perdimos la misma oscuridad,
y los dos la encontramos... en un castigo feliz,

rotundidad al caminar, sólo eso…
sabemos que transitamos el único camino,
el más inseguro...
que se enfrenta al concepto de eternidad,
con un valor que a nadie deja indiferente.

Aún así me he comprado una sonrisa,
he escuchado cantar algunos pájaros
y he visto un amanecer increíble.

Porque incluso la nieve,
desde su frialdad…
concede una desinteresada belleza.