El tiempo y yo...

El tiempo y yo... siempre nos tocamos,
pisamos el mismo mundo etéreo... y transcurrimos,

los dos sabemos que la soledad tiene sus defectos
y que uno de ellos es la sinceridad,
siempre te dice con exactitud prodigiosa
a quien necesitas y extrañas,

el tiempo, al igual que la soledad,
se disuelve bien en las tardes extrañas
aminorando los actos, hasta dejarlos en reflejos,

el tiempo y yo... nos conoceremos mejor en otoño
y seremos libres, en lo que atañe a las intenciones,

no tenemos más que conjeturas, y eso es cierto,
para sospechar como es el mundo y sus aledaños,
pero eso no nos impide involucrarnos hasta el alma,

el tiempo y yo... nos adornamos con sueños
y amamos todas, y cada una, de sus consecuencias,

soñar no es tan vacío, ni tan inocuo,
por eso ambos al unísono... lo valoramos,
el tiempo se marca e una esfera dorada
y yo me doro en una esfera marcada...

para poder retrasar quizá los adioses inevitables
y atraer hacia nosotros los regresos más soñados.