Ejercitando el sentir...

Aún estoy...
en la mirada de los desconocidos
entre los que cuidan los jardines,

aún estoy...
en las manos que te toman
en las almas que se me parecen,

claro que estoy,
y creo no sé irme,
ni desaparecer...

algún día, cuando la vida sepa huir de mí
perteneceré a lo que quise de verdad,
a la luz del sol cuando se volvía nítida,
al aire cuando se recubría de tu destino,

por eso carezco de la desaparición,
y continuaré siendo parte de tus besos,
de las mejores caricias que puedas entregar
sobre la piel más cansada que puedas elegir,

y te escucharé, cuando nadie lo haga
cuando todo lo parezca, pero nada lo sea,
cuando alguien te dibuje un amor de interés,
y lo aceptes con esa sinceridad bonita y tuya,

por eso permanezco,
en las miradas ajenas,
en las palabras tristes
en las líneas delgadas
y en los deseos radiantes,

aún puedo ser fotografía
o letra consumida,
sin óbice de una naturaleza
que apenas esconde su disimulo,

y sólo deseo que me aceptes
tan impersonal e invisible,
con mi sólida y callada presencia...

en el temperamento del sonreír
que nunca admite que está rendido,

aún soy... y ejercito el sentir
hasta que se rinda por cansancio
y duerma donde lo hacen los agotados.

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