Logística emocional...

Voy tan lleno de voces…
que a veces me abstraigo,

y otras concibo mucho más
el simple envoltorio del silencio,

voy aquí y allí, conmigo mismo,
como para atesorar los arrullos
y escuchar a lo que ya no habla,

aunque puedo estar ahí…
con un contigo
que tú ya no quieres ser,

creando choques en la voz, quebrantos,
formas de anidar en la mente
con los que evadirme de mi verdad,

puedo ir a conversar
con quién eras…
con lo que decías,

para poder cansar el sentimiento
alejándolo del disgusto del alma
creando la visión borrosa del amor,

esas son mis pertenencias esenciales,
los componentes de un llavero mío
que arrastro, como un haz de recuerdos,

y deseo (¿porqué existirá esa posibilidad?)
poder tener este mismo aire perdido
impregnado de aquellos besos exactos,

ahora que ya sólo se palpan
con los labios terriblemente vacíos,

a sapiencia,
tan ignorados…

incluso por el más diminuto ápice
de la tan facilona y copiosa realidad.

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