domingo, 13 de noviembre de 2011

Impulso...





Creí haber gritado tu nombre
en el epicentro de mi vida cotidiana,

con la fuerza tan merecida
de las sílabas que lo componen,

poco después tuve la certeza
de que eso no había ocurrido ;

tu nombre es un susurro demasiado caro
para exponerlo a luces ordinarias…

el amor también ha de ser oscuridad
y sorprendiendo a la mente… silencio.

.

10 comentarios:

  1. Hay momentos de la vida en que el silencio mismo es un grito, una súplica una espera...
    Hay momentos que a pesar de cerrar los ojos inmersos en la oscuridad en el interior el fuego arde haciéndote guarda de una añoranza...
    El amor es tan simple que de cotidiano se hace vida y que es la vida sino un sueño, una caricia de Dios, la eternidad misma...
    Que hermoso es cuando alguien se hace vida en ti mismo verdad? bellas letras, siempre bellas letras...

    ResponderEliminar
  2. Hermoso, siempre tus palabras son penetrantes y llenas de mucha luz, a pesar de esa oscuridad.
    Besos y susurros aterciopelados

    ResponderEliminar
  3. Y la luz no cegaría nuestros ojos si no conociéramos la oscuridad…el amor ha de saber de penumbras, para abrazar y sentir la claridad con mayor intensidad…

    Un deleite tus letras…incitando silencios, despertando sentimientos…

    Bsos

    ResponderEliminar
  4. Que no compitan
    las sombras
    con el silencio...

    que armonicen
    en perfecto
    atardecer...

    que sea
    la misma noche
    el mejor tesoro
    de un amor
    exprimido
    hasta
    el amanecer...


    P.D. Nada sería extraordinario
    sin lo ordinario. (luces ordinarias...?)

    Besos como luces ...

    ResponderEliminar
  5. Silencio que tu mente despide a gritos...Tu deseo que oculta un nombre...pero no un sentimiento..
    Mi beso.

    INDIA.

    ResponderEliminar
  6. Un poco el arrebato de las proyecciones
    Y después del espejismo?
    El silencio?
    Y como se llama?
    :)
    Me encanta el blog recién lo descubro :
    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Se puede llamar, se puede clamar un nombre sin decir palabra alguna.
    Bello poema, Sir.

    ResponderEliminar
  8. gritar el nombre no necesita sonido,
    el nombre… aquel que está escrito con la tinta de los sentidos,
    nos convoca,
    y no puede hacer más que ser gritado en el respirar de nuestros poros,
    en el incansablemente baile de nuestros pensamientos,
    por eso la voz es sólo un susurro…

    oscuridad! la oscuridad de no poder gritarlo a las ‘luces ordinarias’

    silencio! silencio para que no rompa esa cadencia que una y otra vez camina en los entresijos de la mente…

    cómo entiendo ese poema Sir, amigo!!

    la brevedad -en este acaso- se amplía grandemente por la hondura de su decir…

    besiños siempre

    ResponderEliminar
  9. Hay nombres que se murmuran libremente, naturalmente, sin esfuerzo ni drasticismo...pero hay nombres que sólo saben gritarse.

    Saludos.

    ResponderEliminar