Se vislumbra la silueta deformada
de un ángel demacrado…
entre estos aires que adquieren su cuerpo,
se traducen como prueba evidente
de su no inmunidad…
de su fragilidad tras un cambio
severo y brusco
en la temperatura
tomaré un tiempo distante
en una congénita mañana
de playa adversa y convulsa
para ser consciente de mi finitud.
Absolutamente precioso y profundo. Un cálido abrazo.
ResponderEliminarMi conciencia de finitud suele quedar empañada por mis ejercicios de nostalgia. Con tanta travesía hacia atrás en el tiempo, el por-venir, el hasta-cuando queda rodeado de misterio.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Un ángel que sueña, que vibra aún demacrado en tus palabras.
ResponderEliminarMil besos.
Mágico y profundamente humano. Siempre debemos recordar que llevamos alas pero que no somos etereos ni eternos.
ResponderEliminarUn gran abrazo. Feliz fin de semana
Son muy buenos tus versos. Ha sido un placer.
ResponderEliminarSaludos, Sir.
Todos somos frágiles
ResponderEliminaren esta finitud
que nos habita.
Profundo y bello.
Un abrazo
A veces es imprescindible dejar que el alma nos abandone y nos mire desde el exterior con todas sus adversidades, para tomar conciencia de nuestro ser, de nuestra existencia y de nuestras propias posibilidades.
ResponderEliminarSaludos.