Se apilan mis besos, intentan
crear un techo,
marcar el límite de su altura,
pero los besos que nacen del
amor
se niegan veloces y seguros… a
tener cantidad
a tener medida, contingencias,
o encasillamientos,
hay una caricia tuya, que se
diluye y sirve,
para un lugar de mí… expuesto
a la sequía,
quizá la ayuda esté en ese
afecto licuado,
en esa ternura que tiene la
fluidez exacta
para poder convertirse
en riego… y en auxilio..
Cuando llega la ternura habitamos en ella y no queremos movernos ya, se convierte en nuestro riego, nuestra lluvia que cala el alma sin medida, apilando los sentimientos, convirtiéndolos en besos.
ResponderEliminarQue gusto volverte a leer
Besos
Los besos no quieren tener límites; quieren ser infinitos. Son así de caprichosos...
ResponderEliminarMe ha encantado :)
¡Saludos!
Que los besos
ResponderEliminarnazcan siempre
donde fluye el amor.
Un abrazo
Si no alcanzan techo...siempre sientan bases; besos como pilares que sustentan paredes crecidas de huellas; vestigio sempiterno de caricias extintas.
ResponderEliminar