Magia en silencio...

Me sobrecoge el cuidado,
de repente soy atención, bruma disipada...
me desdibujo, para dejar entrar el mimo,
si soy dueño de la velocidad... es sin deseo,

me acerco a mis temples... y a la cautela,
me re-descubro, cuando aún habla octubre
de ti, y de una atención premeditada,

los ocres de las hojas que deja caer el viento
no te hicieron diferente, pero si tu forma de volar,

me gusta sentir mi atención solícita
mi interés por tus momentos diminutos,
tus quehaceres en este pulcro rodeo
que siempre quiso montar al sentir,

cuido la imagen del pensarte
poniendo flores en las ideas,
para que perciban siempre su depender
cuando por fin pasen cerca de sus aromas,

quiero que cada nuevo impulso, se atiborre de vida,
y que me guste que pueda estar pendiente de tu pulso
preguntándoselo bajito, a cada brisa que se deje percibir,

el aire se rompe, en pompas de ti, en burbujas poseídas,
y cuando hago viajes en espiral, estallan algo inocentes,

me sé el afecto, y la discordia lenta,
su conversión a energía... y que me haga presentirte,
hasta sorprenderme a mi mismo, cortando el día
en dos partes idénticas, para desear relatarte la mía,

un minuto ha envejecido, adueñándose del parque,
ha adquirido color de oro viejo, de plátano maduro...

sólo me riñe la vida, cuando le solicito silencio a la magia.