Instancia...

Como un retrógrado convulsivo
entro más veces de lo conveniente,
en la fe que profesan los instantes muertos,

y sin dejar de utilizar influencias
voy cambiando de lugar los azares
intentando que ocurran algunas utopías,

a veces se me mueren en los brazos
posibilidades que yo había hecho fuertes
pero que en su fuero interno… eran apenas creíbles,

continuo siendo consciente de la fragilidad
que obliga a dejar los alientos a sueños impecables,

por eso cuando les acontece la finitud de su existir
me gusta tomarlos en mis brazos… y ayudarles a morir,

suele ocurrir, que entre sus últimos estertores,
confiesan su conformidad con haber vivido poco
y ceden a la inactividad de sus imaginarios corazones,

la plenitud de la conciencia les ha cundido
la pasión que han consumido fue exquisita
y sus pasos en la memoria… leales e indelebles.


Si se hace tarde… me debilito,
y si yo me debilito… los sueños se hacen fuertes.

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