martes, 17 de agosto de 2010
Discurre el sol...
Si estuviera siempre donde está tu risa...
si lograra esa rosa recurrente
que la felicidad tan bien esconde...
me entregaría, aunque después me invadiera un desasosiego voraz
o una inquietud amenazara con deglutir toda paz que no fuese bendecida,
pero sé que bajo esos árboles se extendió la devoción
con la forma de esa parte exacta de tu maravillosa risa,
como una porción de rimel sin aplicación,
o un trozo de libertad imposible de retener...
que repentinamente decide hospedarse allí,
así se hizo el gesto, y se hizo la pausa,
así se miraron los ojos desde la concordia
y tras abrirse las ventanas del aire
los dedos consiguieron olvidar todo su dolor,
era un bosque simple, aunque con sombra y ternura,
que de repente no pudo retener a ninguna nostalgia,
era un río que pretendía explicar la desidia
y de improviso fue incapaz de pensar...
al menos en otra cosa
que no fuesen aquellos corazones,
apenas se sabía nada de la luz ambarina,
pero de repente se constituyó allí mismo
añadiéndose al cuadro táctil por introducción
como siendo vertida por la suavidad de un delirio,
tu risa aún ejerce su influencia, y me maravilla,
tanto, que si yo fuese marea... subiría ahora mismo
para derivar en la pleamar más intensa
que la costa pudiese haber soñado.
.
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Discurre el sol... entre dorados luminosos.
ResponderEliminarDesde una imagen hasta el anhelo.
Libre de horarios, te envío mil sensaciones agradables, Sir Bran.
Es la risa el sol
ResponderEliminardel alma,
es la auténtica belleza
esa que llena de
cálida ternura.
Un gran abrazo
Se deslizan tus palabras como rocío templado sobre las sensaciones y se abren y se enredan y te entregas, se entregan únicas tus palabras.
ResponderEliminarBikiño ;)
p.d. espero que el verano te haya tratado bien, sino avísame...
Algo tan simple como una risa puede cambiar tus latidos y transformar simples y efímeros pensamientos en bellas palabras.
ResponderEliminar=)
¡Saludos y gracias por pasarte por mi blog!
Me reconozco en estas palabras y en este cálido y certero sentir.
ResponderEliminarMuy hermoso Sir Bran.
La risa, algo esencial en la vida como el oxígeno.
ResponderEliminarTu poema, dedicado a ella, me hizo deslizarme por tus bellas letras, sonriendo, por supuesto.
Un abrazo.
El sol se deshace con esas sonrisas y baja a unirse con el agua... así se logra captar esa bella foto, es increíble lo que puede lograr una sonrisa.
ResponderEliminarBello poema.
Un beso.
La risa se contagia, afortunadamente. Saludos.
ResponderEliminarLa risa... ese don que tenemos los humanos y que muchas veces olvidamos.
ResponderEliminarPrecioso poema para describir las sensaciones que despierta.
Un abrazo,
Sumegirse en tus letras es como apartarse unos momentos del mundo cotidiano y navegar, como dices al final del poema, a la deriva en la pleamar.
ResponderEliminarUn abrazo
He vuelto...mude piel...misma alma
ResponderEliminarBikiños mil